El Arco de la Estrella
Es la puerta más importante de la Ciudad Monumental, en ella juró los Fueros y privilegios la Reina Isabel la Católica en 1477, y en este mismo lugar también lo hizo el rey Fernando El Católico en 1479.
En el siglo XV tanto el Concejo como la nobleza se vieron la necesidad de abrir una puerta en la muralla para acceder a la villa, evitando así el rodeo que se hacía si se entraba por las puertas de Mérida o de Coria. Parece ser que utilizaron un boquete que algún proyectil había hecho durante los asedios. Recibió el nombre de Puerta Nueva y quedó bajo la advocación de la Virgen de la Estrella colocándose en ella un lienzo con la imagen de esta Virgen.
Allá por 1700 la ciudad había crecido extramuros y aumentó considerablemente el tráfico de carruajes por ella, fue entonces cuando se dieron cuenta de que se había quedado pequeña decidiendo reformarla.
Don Bernardino de Carvajal y Sande, II Conde de la Enjarada, vivía en el Palacio de Moctezuma y era de los más perjudicados por la angostura de la puerta, sus carruajes se las veían y deseaban para girar a la izquierda.
En 1726 solicitó los correspondientes permisos y se ofreció a correr con los gastos de la obra. Llamaron al maestro salmantino Manuel de Lara y Churriguera, el cual diseñó una original puerta oblicua o en esviaje, permitiendo así el giro sin tanta dificultad.
Por aquel entonces era obispo de Coria don Sancho Antonio de Velurizas y Corcuera, quien viendo que el lienzo estaba ya muy viejo, y sin consultar con nadie, decidió sustituirlo por una estatua de mármol de la Virgen de la Estrella bastante grande y que fue traída en secreto. Se pusieron a derribar la bóveda para colocar la imagen pero el Concejo mandó parar la obra y el Obispo se negó. El conde, tras muchos tiras y aflojas, logró convencer al Obispo, no sin antes prometerle que se colocaría una imagen, pero más pequeña, de la Virgen. A pesar de ello, durante estas disputas, el Obispo excomulgó a todos los que se habían opuesto a él, al Conde, a Churriguera, a los concejales, a los oficiales y hasta a los peones.
La imagen encargada por el Obispo fue trasladada, finalmente, en solemne procesión hasta el conventual de San Francisco, allí fue colocada en un templete construido en la fachada. Fue dada por perdida en 1794 y unos años después apareció de nuevo. Actualmente se encuentra en la capilla del cementerio municipal a donde fue trasladada allí 
a comienzos del siglo XX.
Junto al templete en el que está la Virgen hay un farol de hierro forjado,
¿Puedes decirnos cuántas caras, aristas y vértices tiene el citado farol?
Este farol sirvió como modelo para el anagrama de la Fundación Mercedes Calles y Carlos Ballesteros, cuya sede se encuentra en la Casa de los Becerra. Si el lado del octógono central del logotipo, que podrás ver en la puerta de cristal de la entrada de la Fundación mide de 10 cm.,
¿Cuál es el área de dicho octógono?
