El Aljibe I

    A mediados del siglo XIV, eran alcaldes del alcázar un tío y un sobrino de apellido Gil y acaudillaban a los partidarios de D. Enrique, el conde de Trastámara. En el otro bando, el que defendía los derechos de D. Pedro I “el cruel”, estaba como cabecilla a un tal Gómez Tello. En 1367, Gómez Tello fue a Sevilla y convenció a D. Pedro para que tomase el alcázar. El rey vino a Cáceres y conminó a los Giles a que se lo entregaran, éstos se negaron y el rey mandó que les cortasen la cabeza, de esta forma quedó Gómez Tello sin rivales en la ciudad.

    En 1465 Gómez de Solís, Maestre de la Orden de Alcántara, entró en la villa a la fuerza y destruyó el alcázar. Algo después en 1474,  poco antes de morir, Enrique IV concedió licencia a su fiel amigo Gómez de Torres para edificar su casa sobre las ruinas de lo que fue la imponente fortaleza, eso sí, le impuso como condición que respetase el derecho de los vecinos a surtirse del agua del aljibe o cisterna que estaba, y aún está, en su interior.

    El aljibe es una construcción subterránea practicada, la mayor parte, sobre roca. Los muros, de argamasa y mampostería, tienen más de 1 m de espesor, los arcos, las bóvedas y el pavimento son de ladrillo, y las columnas, romanas, de granito. Es un recinto rectangular irregular de 13,40 m por 9,90 m, tiene cinco naves de 2,20 m cada una separadas por cuatro arquerías paralelas, con cuatro arcos de herradura  y con bóvedas de medio cañón. Recoge y almacena el agua de lluvia, esa es su función.

      Tomando las bases de las columnas de una de estas naves tendríamos una figura como la que tienes a continuación. ¿Sabrías decirnos cuántos cuadriláteros se pueden dibujar usándolas como vértices?